Mientras Nike paga 155 millones, la nueva marca que sueña con vestir al Barcelona

El Barcelona atraviesa por un momento en el que precisa de ingresos monetarios para poder seguir compitiendo en lo más alto de la élite de Europa. El club no está interesado en vender a ninguno de los jugadores actuales de la plantilla y eso genera que para poder cumplir con los objetivos de nuevos jugadores, tengan que buscar fondos desde otro lado. Aunque de momento nada los apura a tomar decisiones, la empresa de vestimenta podría ser uno de los grandes cambios.

Sin dudas que el hecho de Nike deje de vestir al club, algo que sucede desde 1998, sería algo raro para todos los aficionados, pero aun así desde la directiva blaugrana barajan la posibilidad porque hay una empresa que está dispuesta a asumir el gran trabajo de vestir al Barcelona. Aunque las negociaciones con Nike siguen en pie, la directiva culé ya sabe de otros interesados.

Nike paga 155 millones de euros anuales, pero según SPORT, en el Barcelona ven que ese precio es bajo para el mercado actual. En Barcelona las camisetas vuelan, e inclusive la que se usó contra el Real Madrid, con el logo de los Rolling Stones, se agotó en tan solo horas. El club quiere más millones por su patrocinio y las negociaciones con la empresa no estarían siendo sencillas.

Puma es una de las empresas que se ha interesado pero no la única. La otra marca que también sueña con vestir al Barcelona es una que ha ingresado en el mundo del fútbol de forma incipiente y parece querer conquistar a grandes clubes y jugadores. Incluso, ya se ha asegurado a Endrick hasta el 2028 y ahora quiere comenzar a negociar con el Barcelona para la próxima temporada.

New Balance quiere vestir al Barcelona

Según el diario SPORT, la empresa New Balance, que hace poco firmó a Endrick, quiere vestir al Barcelona y habría averiguado de forma directa cuál es la situación entre el club y Nike. El Barcelona aún tiene contrato con Nike, pero de todas formas New Balance parece estar expectante a las posibilidades de que el club rompa su vínculo con la primera empresa, en caso de no poder renegociar el contrato.