La Liga

Mientras Messi lo espera en Inter Miami, la dura realidad de Luis Suárez

El ex centrodelantero del Barcelona sufre problemas físicos. 

Por Fabricio Martínez

El ex centrodelantero del Barcelona sufre problemas físicos. 

El Barcelona siempre recordará muy bien a Luis Suárez, un jugador muy importante en la historia del club que terminó yéndose por la puerta de atrás tras la llegada de Ronald Koeman al banquillo, algo que siguió mal y terminó años después con la salida de Lionel Messi del club en el cual el argentino quería jaguar toda la vida. A pesar de haber tenido un paso por el Atlético de Madrid, donde fue campeón de LaLiga, el pistolero siempre traerá buenos recuerdos al Barcelona.

Por eso todos los aficionados del club ahora festejan lo que parece ser el reencuentro de Messi con Luis Suárez en las canchas. El uruguayo finaliza su contrato con Gremio este mismo mes y todo indica que el Inter Miami está dispuesto a ficharlo. El jugador es el objetivo primordial del equipo de Estados Unidos y quiere seguir jugando, pero no sabe si su físico se lo permitirá.

Con 36 años, el ariete ha demostrado seguir siendo infalible de cara al gol en el fútbol brasileño, con 52 partidos disputados, ha marcado 24 goles y brindado 17 asistencias, números que muy pocos han logrado en el fútbol del país sudamericano. Inclusive su gran trabajo hizo que Marcelo Bielsa lo convocara para la última doble fecha FIFA contra Argentina y Bolivia.

Pero hoy Luis Suárez contó que tiene serios problemas físicos que le impiden estar al 100% y que podrían terminar su carrera de forma anticipada e inesperada. El jugador aseguró que por el momento puede seguir soportando el dolor que le genera la artrosis que tiene en su rodilla, pero su relato ha emocionado a todos al asegurarle a la radio 890 Sport: "Tengo que pensar que en cinco años capaz no puedo jugar al Fútbol 5 con mis amigos. Mi hijo me pide para jugar con él y no puedo".

 

Lo que tiene que hacer Luis Suárez para poder jugar

"Lo que siento es un pinchazo constante en la rodilla. Por suerte no me genera líquido porque no podría ni moverla, pero se me traba y no la puedo ni doblar. Los días antes de cada partido me tomo tres pastillas y horas antes de jugar me inyectan un Voltarén. Si no, no puedo jugar", dijo el uruguayo y al mismo tiempo aseguró que seguirá jugando: “Soy cabeza dura y quiero seguir disfrutando de jugar al fútbol, que es lo que más me gusta".

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