Formó parte del Málaga que llegó a cuartos de final de la UEFA Champions League en el año 2013. Un equipo que contaba con jugadores como Martín Demichelis, Willy Caballero, Diego Lugano, Camacho, Joaquín, Julio Baptista, entre otros. Equipo conducido por director técnico chileno, el Ingeniero Pellegrini.
Estamos hablando de Isco Alarcón, una de las grandísimas promesas del fútbol español. En esa edición de la Champions, se enfrentaron al Borussia Dortmund. Estuvieron muy cerca de pasar a la siguiente fase pero las desatenciones y la presión de la instancia no les permitió tener esa solidez defensiva que tanto los caracterizó durante la temporada.
En el 2014 fue transferido al Real Madrid por una suma total de 30 millones de euros. Arribó como toda una estrella, a formar parte de una de las etapas más gloriosas que pudo vivir el Madrid. A lo largo de su paso por la Casa Blanca, consiguió títulos de todos los colores. Multiple campeón de Ligas, Copa del Rey, Champions League y más.
El fuego se fue apagando y empezó a quedar en un segundo plano en Los Blancos. Carlo Ancelotti empezó a relegarlo por su bajo nivel futbolístico. A partir de ese entonces, nunca pudo recuperar el nivel de fútbol que prometía. Llegó a cobrar 13M por temporada, lo cual hacía pensar que aún tenía lugar en el equipo pero nunca fue así.
A sus 30 años y después de mucho tiempo sin jugar, fichó por el Sevilla. Uno creía que iba a recuperar un poco de lo que había mostrado en un principio pero nada fue igual. Llegó a los rojiblancos para cumplir el mismo rol que tenía en el Madrid: calentar la banca. Es fuerte pero real. Ahora, con el pase en su mano, está en búsqueda de un club que quiera sus servicios para la temporada 2023/2024.
14/07/2024
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