La afición del Barcelona no quiere a este jugador y Mourinho puede ayudarle a salir

En pleno bullicio de mercado de fichajes de invierno, el FC Barcelona mira de puertas hacia dentro por cómo podría retocar su equipo. La llegada del delantero Vitor Roque, ya pactada en verano cuando se le fichó, ha sido la única novedad para Xavi Hernández. El técnico, no obstante, también ha ido definiendo quiénes de sus futbolistas responden y quiénes no, y hay uno que sobresale del resto.

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Después de llegar al ecuador de la temporada, el técnico catalán ha llegado a un punto de no retorno sobre un jugador al que ha dado oportunidades pero ha quemado todas sus balas. Empezó como titular y siendo importante en el medio del campo, pero con el paso de los partidos, en los que acumuló errores de bulto, ha sido relegado a un papel bastante residual.

Oriol Romeu había llegado por la puerta grande el pasado verano procedente del Girona, al que costó convencer en el precio de traspaso. Era el regreso de un futbolista formado en La Masia y que venía de haber brillado en la Premier con el Southampton y después con los rojiblancos en España. Pero su temporada con el FC Barcelona ha decepcionado al staff técnico y a la afición, que no ven con malos ojos su salida.

En ese contexto aparece como 'salvador' un nombre de un tradicional archienemigo culé: Jose Mourinho. El técnico portugués, que llevó la rivalidad con el Real Madrid al extremo hace algo más de una década cuando era su entrenador, vive ahora una época tranquila en la Roma. Como muchos técnicos, aprovechan enero para reclamar refuerzos a sus clubes y éste mira hacia Barcelona.

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Una cesión, la fórmula deseada

Según apunta el medio italiano 'Reppublica', el conjunto romano estaría interesado en el jugador de Ulldecona y lo quiere en forma de cesión hasta final de temporada. Romeu sería el sustituto de un Renato Sanches que no levanta el vuelo y que podría salir de la capital transalpina este invierno. De todos modos, en el FC Barcelona si no encuentran relevo a Romeu es difícil que le permitan salir porque debilitaría aún más una plantilla ya de por sí corta. Quedan días para ver cómo evoluciona esta posible operación.