Emotivo momento, la confesión de Lamine Yamal sobre el fútbol y su festejo

Robert Lewandowski ha levantado su nivel en Barcelona, pero como Lamine Yamal no hay nadie en la plantilla blaugrana. El joven extremo hace acordar a Messi a todos los aficionados blaugranas. Extremo, zurdo, habilidoso y con capacidad goleadora, sin dudas las esperanzas del club para esta temporada y las próximas radican en el joven de 16 años que recién da sus primeros pasos.

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Quien llegue como entrenador del Barcelona sabe que debe mantener a Lamine Yamal como pieza clave porque el futuro del club gira en torno a quien hoy en día lleva el dorsal 27, pero que podría ser el heredero de la 10 de Messi si no vuelve Ansu Fati. Con una cláusula de un billón de euros, el club de la ciudad condal se ha asegurado a su máxima figura actual y del futuro.

Lamine Yamal le ha confesado a Movistar cuando fue el momento que se enamoró del fútbol como deporte en una conmovedora historia: "Me acuerdo de que con cuatro años salía a la calle con mis amigos después del colegio y delante de mi casa había un parque, el Parque Rocafonda, y ahí vi a mi padre y a mi primo grande jugar al fútbol. Fue el primer momento que vi una pelota y de ahí me enamoré de ella".

Pero el joven canterano no se quedó ahí, sino que también confesó como fueron sus primeros pasos en el fútbol de barrio: "Yo creo que he estado más tiempo en el parque que en mi casa, seguramente sí. Siempre que he salido a la calle ha sido para jugar al fútbol. Me ponían de portero cuando era pequeño y me quedaba ahí atrás, me daban en la cara y a mí no me dolía, no lloraba”, aseguró.

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El festejo de Lamine Yamal

El delantero hace el gesto de 304 cuando marca un gol y se debe al código postal de su barrio, Mataró, el extremo ha explicado: ​​ "Todos en mi barrio lo hacían porque da a ver al barrio lo que es, pero me acuerdo de que cuando lo hice con España fue una locura. De ahí ya se ha quedado como mi celebración".